¿Mentir a veces es necesario?
¿Mentir
a veces es necesario?. Llama la atención los
artículos publicados, especialistas de
turno, tras exponer hasta agotar sus argumentos, y ante la insuficiencia de
ellos, intentan hacernos comulgar con ruedas de molino. Es el último
(inexistente) argumento empleado, acompañando en muchos casos, la descalificación
fácil con alguna palabra de moda.
En el artículo, se
veía a todas luces, que ante la imposibilidad de justificar la mentira, añadían
que no es malo Mentir un poco, decir una "mentirijilla" de vez en
cuando. El gran problema estriba en cuantificar el poco. Los embarazos, lo son
o no lo son. No conozco caso de un poco embarazada.
Al momento me vino
a la mente, una historia que llegó a mi correo hace algún tiempo. Había una
rana que, sin saber cómo, se metió en una gran cazuela destapada llena de agua,
puesta sobre un fuego. Cada rato, el agua adquiría mayor temperatura, por lo
que la rana empezó a disfrutar de un baño caliente, luego a sofocarse, y cuando
no pudo soportar el calor, fue muy tarde; al final no tuvo fuerzas para salir
de la cazuela; aquella fue su tumba.
La moraleja de esta
historia, desde mi punto de vista, es que los cambios sutiles no son
perceptibles para cualquier observador, necesita de mayor contraste. En nuestra
sociedad actual, puedo decir sin temor a equivocarme, que el progreso y la
facilidad masiva de acceso a los medios de comunicación, en su parte negativa,
está deteriorando la sociedad, ya que muchos piensan que un prestigioso diario
editado a lo largo de los años, sus artículos son incuestionables, como si
fuese un dogma de fe.
Y el dogma de fe
solo puede aplicarse puntualmente en la Iglesia Católica, quien lo acepte.
Hemos comprobado hasta la saciedad, que los que más mienten son los políticos,
seguidos de otras muchas profesiones. Hasta las encuestas mienten, pero para
restar importancia a la dureza de la expresión, se le cambia el nombre. Es
cuestión de encontrar otra palabra, y eso es fácil. Manipular, pero sus
consecuencias pueden ser ilimitadas, aunque cueste creerlo.
Hace muchos años,
cuando apenas existían influencias externas, la persona era seria y
consecuente. Hoy, como existe mucha mentira, equivocadamente cree que también
tiene derecho a mentir. Y eso no es un derecho, es una pérdida de los valores
éticos de la persona, el inicio de su degradación.
Creo que el
iniciarse en la mentira, puede llegar a ser peor que iniciarse en otros vicios,
como la alcoholemia o la droga, pues en muchos casos, aunque cueste y pase la
factura correspondiente a la salud, es reversible. Un mentiroso compulsivo es
un peligro; perdida toda credibilidad, está abocado al aislamiento, tanto
personal como profesional. La gente, cuando miente y ve que no pasa nada, la
practica cada vez más. Mucha gente cree sus propias mentiras.
Para mí Mentir
es como si fuese un apestado, porque en muchos casos, he podido comprobar, que
tras un mentiroso hay un ladrón, o un estafador, así de claro y de directo.
Creo que pierden la noción de la ética, y llega un momento que no sabe
distinguir. Otra cosa es que muy ocasionalmente mientas, a sabiendas, y ante la
imposibilidad de compaginar la mentira, acabes tomando otras decisiones, como
la infidelidad. Antes o después acabarás eligiendo otra vida, que no quepa la
mentira.
Desgraciadamente se
empieza a Mentir en todos los ámbitos, y la mentira tiene unas
consecuencias muy amplias, según cada caso. Pero lo que es incuestionable es
que en la mayoría de los casos, de la mentira lo que se pretende es sacar
provecho, sobre todo económico. Reconozco que hay muy poca gente que no la
practique, en mayor o menor medida. Bahh, no tiene importancia, se dice.
No se si para mi
suerte o desgracia, nunca he soportado la mentira en mi entorno, y a mis hijos
desde muy pequeños les inculqué estos valores. Esto no quiere decir que, como
todo mortal, haya practicado ocasionalmente la mentira, aunque en los últimos
años comencé a desterrarla de mi entorno.
Despertemos
consciencia, en beneficio propio y del Universo.
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