El consumo de café previene infartos.
El consumo de café previene infartos. No puedo dejar de hacer alusión al café; supongo que el consumo mundial no es el adecuado en función de la producción, o en previsión, empiezan a calentar motores para un consumo "moderado", basándose en determinados estudios científicos. Otra vez más nos quiere hacer comulgar con ruedas de molino, el sector de turno que quiere aumentar su consumo. Aunque sea veneno hay que venderlo, lo demás no importa. Como el tabaco.
No
puedo negar que consumir 3 o 4 cafés diarios pueda prevenir infartos, ya que no
tengo conocimientos científicos ni argumentos sólidos para ello, sólo puedo
hablar de lo que puede llegar a perjudicar la salud de alguien que siga los
consejos, en eso tengo suficiente experiencia.
Siempre
digo que las cosas tienen su parte buena, y su parte mala, que puede estar en
proporción del 1 al 99%, por tanto hay que tener mucho cuidado en lo que aporta
y lo que perjudica. No tener un cuchillo en casa porque alguien se puede
cortar, o matar una mosca con un cañón, son evidentes despropósitos. Todo tiene
un equilibrio en esta vida, si no "apaga y vámonos".
Hace
50 años, al poco de iniciar mi actividad profesional como vendedor, en una
Barcelona que aún ni imaginaba la futura eclosión que iba a llegar a tener tras
los famosos juegos, y cuya vida social se ceñía al Pº de Gracia y zonas
aledañas, de vivía una vida tranquila y apacible.
Recuerdo cómo en aquellos años se disfrutaba
de una sosegada y acogedora ciudad, pudiendo aparcar el coche delante de tu
oficina o domicilio, en la Vía Augusta cercana a la Diagonal. Y se disfrutaba
mucho con los paseos por la ciudad, incluso Las Ramblas, sin apenas tropezarte
con la gente.
La
vida de la actual Barcelona es de un dinamismo excesivo, un lugar de mucha
actividad y movimiento, que hace tiempo no coincide con mi actual forma de
vida. Los años y la elección de vida está en las antípodas. No obstante
disfruto regresar de vez en cuando, y no dejo de reconocer que la gran variedad
de oferta en su más amplio sentido culmina cualquier expectativa. Diría que es
una ciudad para gente activa y emprendedora, una ciudad turística, de consumo y
de negocios, con los ritmos que esto impone.
En
aquellos tiempos se tomaba el "vermut" y se salía a tomar vinos, todo
ello era compatible, y yo, que entonces apenas conocía el café, empecé a
tomarlo después de las comidas. Empezaban a aparecer cadenas de
establecimientos donde degustar diferentes calidades. Su olor y su sabor me
deleitaban.
Me
mantenían en forma, y su consumo diario podría estar entre 3 y 4 cafés cortos
como máximo, no más de lo que aconsejan. Y ahí empezó el problema.
Empecé
a sentirme cada vez más nervioso, y al levantarme por la mañana, si bien había
dormido las horas necesarias, me encontraba tan cansado o más que como me había
acostado. No descansaba por las noches.
Después
de una temporada que no disminuían los síntomas, decidí ir al médico, cosa
inusual entonces en mi, ya que llevaba una vida normal. Inició el examen
dándome unos toques en la rodilla con un martillito, y mi sorpresa fue que,
antes que me golpeara, yo ya había reaccionado estirando la pierna
correspondiente.
No
necesitó mucho más para dar su contundente veredicto. Yo empezaba a tener un
estrés de "caballo", y en mis sueños, empezaba a tener un problema
añadido con los dientes, ya que los apretaba desconociendo el alcance que
tendría años después. Me prohibió totalmente el café, y me insinuó dejar
de trabajar durante un tiempo, tal fueron las consecuencias. Por supuesto lo
último no pude hacerlo, pues vivía de mi trabajo.
Este
estrés, si bien lo fui dominando inicialmente y conseguí controlarlo, al igual
que el bruxismo, años después, por la dinámica de los negocios y forma de vida,
me volvió con graves consecuencias, y por segunda vez, con la práctica de la
meditación y el yoga sanador bajo pirámide, he ido superando, con excelentes
resultados.
El
consumo
de café tal como recomiendan, es excesivo, excepto para personas muy tranquilas
que precisen un estimulante, u otras razas con diferente alimentación y forma
de vida. Otra de las consecuencias, es que hace perder apetito, igual que el
mate en Sudamérica.
En
definitiva es un fuerte estimulante, aunque no quieran reconocerlo los
consumidores. Hay gran variedad de ellos en nuestra sociedad de consumo,
que muchas veces pasan inadvertidos, a los que se adicciona la gente porque los
mantiene en forma. Por lo menos que se sepa de sus consecuencias, y que cada
cual tome la decisión oportuna, como el consumo de alcohol y tabaco. Tenemos el
libre albedrío.
Hay
que adquirir consciencia.
Yo
fui este anciano.
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